lunes, 15 de diciembre de 2014

ANALISIS DE TEXTOS HISTORICOS: EL PAPEL DE LA MONARQUÍA


 

El papel de la monarquía
 

Discurso de Cánovas del Castillo
( Vicens Vives. Historia de España. 2º de bachiller. pág.198) 


Este texto es  una fuente primaria, ya que es un documento original. Su carácter es político, se trata de un discurso de Cánovas del Castillo, pronunciado en las Cortes en 1886, después de la muerte de Alfonso XII.

El contexto histórico general lo situamos en el periodo de la Restauración borbónica (1874), sin embargo este discurso se pronuncia después de haber firmado el Pacto del Pardo, en el que ambos partidos se comprometen a mantener el bipartidismo y el turno pacífico.

Cuando muere Alfonso XII, existe un temor a la desestabilización política, por ello Cánovas y Sagasta firman este acuerdo por el que se mantiene vigente los principios del sistema de la Restauración.

La idea esencial del texto es la defensa a ultranza de la monarquía como sistema de gobierno: Para nosotros nunca, por ningún camino, se puede llegar dentro de la legalidad a la supresión de la monarquía (…)”.

Cánovas    diseñó el  sistema político de la restauración. Esta se basaba en tres pilares, el ejército, los partidos dinásticos y la monarquía.

La primera medida política para organizar el ejercicio del poder fue la redacción de una nueva Constitución, la de 1876.

La Constitución consideraba a la monarquía como una institución superior e incuestionable: “Ni tan solo las Cortes es posible que voten su supresión (…)”. La monarquía era una institución permanente, al margen de cualquier decisión política. Tenía un poder moderador y ejercía como árbitro de la vida política, garantizando la alternancia entre los partidos políticos.

En el texto observamos que al rey se le atribuye el poder de legislar. No debe extrañarnos, ya que la Constitución de 1876 proclama la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, por ello Cánovas afirma: “(…) porque la Constitución se hace entre el rey y las Cortes; porque la Constitución no puede tocar ni a las Cortes ni al rey”.

Así pues, el rey gozaba de amplios poderes como el derecho al veto, el nombramiento de ministros y la potestad de suspender y convocar las cortes sin contar con el gobierno.

Los partidos dinásticos se comprometían a respetar el turno pacífico, que garantizaría la estabilidad institucional. . De esta manera, el turno pacifico eliminó del panorama político de la Restauración el problema de los pronunciamientos militares.

Cabe añadir que tras la firma del Pacto del Pardo, se mantuvo la alternancia pacifica en el poder y que no fue hasta 1898, tras la pérdida de las últimas colonias, cuando el sistema entra en crisis y surge el Regeneracionismo

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